Cada 15 de octubre se celebra el Día Mundial del Lavado de Manos para resaltar el poder de una acción sencilla y eficaz: lavarse las manos con agua y jabón.

En Bogotá, la Secretaría Distrital de Salud lidera esta jornada bajo el lema ‘MAS Bienestar empieza por tus manos’, que busca sensibilizar a la ciudadanía sobre la importancia de este hábito para prevenir enfermedades y proteger la vida.
“El lavado de manos es una de las medidas más efectivas y económicas para evitar contagios. Realizar este hábito cotidiano es apostarle al bienestar de toda la ciudad”, afirmó Mary Luz Gómez, subdirectora del Laboratorio de Salud Pública.
Según la Organización Mundial de la Salud, lavarse las manos puede prevenir una de cada tres enfermedades diarreicas y una de cada cinco infecciones respiratorias, como el resfriado, la gripe o el COVID-19.
¿Cuándo debes lavarte las manos?
La Secretaría Distrital de Salud hace un llamado a realizar esta práctica con frecuencia y en momentos clave. Cuando las manos estén visiblemente sucias. Antes de comer o preparar alimentos. Antes de tocarse la cara, los ojos, la nariz o la boca. Después de ir al baño. Al llegar de la calle o tras tocar superficies de uso común como puertas, mesas, surtidores de gasolina, carritos de compras o pantallas electrónicas. Después de sonarse la nariz, toser o estornudar. Al manipular la mascarilla o tapabocas. Al cambiar pañales. Tras cuidar a una persona enferma o después de tocar animales y mascotas.
La técnica correcta
Un buen lavado de manos requiere al menos 40 segundos. Primero se deben mojar las manos y aplicar suficiente jabón para cubrir toda la superficie. Luego se frotan palma con palma y, después, cada palma sobre el dorso de la mano contraria, entrelazando los dedos.
También es importante frotar las palmas con los dedos entrelazados, el dorso de los dedos contra la otra palma, rodear y limpiar cada pulgar y frotar la punta de los dedos en movimientos circulares sobre la palma contraria. Finalmente, se enjuagan con agua, se secan con una toalla de un solo uso o al aire libre y se utiliza esa misma toalla para cerrar el grifo.
Con esta práctica simple y cotidiana, la ciudad puede reducir significativamente la propagación de enfermedades. Lavarse las manos es cuidarse a uno mismo y a quienes más queremos. Bogotá recuerda hoy que los pequeños actos de autocuidado son la base de un futuro con MAS Bienestar.
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